La bañera será el mar y los pelotas los peces perfectos para que tu bebé trabaje su motricidad "pescando" los elementos con ayuda del colador de cocina.
Si no tienes pelotas, puedes reemplazarlo con algunos de sus jugueticos.
Busca una caja que tengas en casa. A uno de sus lados, hazle un hueco de tal forma que entre cómodamente el bracito de tu bebé. Mete dentro de ella elementos que tengas en casa y que sean con diferentes texturas como una esponja de lavar los platos, un peluche, un cepillo para el cabello o cualquier otra cosa que creas que te servirá para sorprenderlo.
Permítele a tu bebé que sienta las texturas al meter su bracito por el hueco y más tarde, muéstrale lo que había dentro de la caja y dile qué es cada cosa y para qué sirve. Permítele explorar el mundo y a aprender jugando.
Con esta sencilla actividad ayudarás a tu bebé a bajar el estímulo que ha tenido durante el día despejando su mente para un buen descanso.
Vierte arroz crudo en un recipiente hondo y esconde ahí uno de sus juguetes más pequeños. Muéstrale cómo debe meter hasta el fondo sus manitos para encontrar el objeto.
Las actividades sensoriales son ideales para relajarlo y prepararlo para su rutina antes de ir a dormir.